jueves, 1 de diciembre de 2011

Sr. CHINARRO


 Por Julia Falero Morente
(Texto y fotografías)

Sr. Chinarro es el seudónimo que toma el grupo de Antonio Luque, posiblemente uno de los cantautores más relevantes dentro de la escena independiente nacional, y no sólo por su larga trayectoria, que comenzó en los años 90, sino también por ser autor de un sinfín de canciones a cada cual más legendaria.
Y es que su atractivo es precisamente ése: las letras de sus canciones destacan por ese surrealismo, ese trasfondo sentimental y esa lírica característica de Luque, gracias al cual se ha convertido en todo un icono a nivel nacional.
El sonido de Sr. Chinarro, aquél que acompaña a esas deliciosas letras, es rock&roll de los buenos tiempos, no tiene otra definición. Aunque hay que tener en cuenta que todo hay que mirarlo desde el ámbito de la canción de autor, que es lo que es, al fin y al cabo.
La voz de Antonio Luque es grave y envolvente, que denota una sabiduría, una experiencia de la vida misma que crea a su alrededor un halo en el que el espectador/oyente se sumerge, quedando resguardado entre esas letras. Una voz profunda que influye en cualquiera, incluso en los oyentes más inexpertos.´
Y no sólo eso: también se atreven con la música experimental.

Así lo pude comprobar hace unas semanas, a principios de noviembre, en el concierto que ofreció Sr. Chinarro en el Teatro Juan del Enzina con motivo del lanzamiento de su último disco, Presidente.
Los teloneros fueron La Familia del Árbol, un dúo alicantino con un rollo folk a lo Fleet Foxes que trasladó a todos los espectadores a un bosque imaginario, con canciones suaves, rítmicas y sencillamente preciosas.

La Familia del Árbol
Tras un pequeño descanso, Sr. Chinarro saltó al escenario entre los aplausos emocionados de sus seguidores, que habían completado casi en su totalidad el aforo del teatro.
Sólo decir que Antonio Luque, en persona, impone muchísimo. Con su voz grave, su dominio del escenario y de la situación, su notable experiencia sobre las tablas y su guitarra, es capaz de dejar a cualquiera casi sin respiración.

Acompañado por su grupo –guitarra, batería y bajo- animó considerablemente el ambiente que había quedado adormilado tras la agradable actuación de La Familia del Árbol. Además, aflojó las tensiones bromeando constantemente con el público, originando tímidas carcajadas espontáneas.
Destaco un momento del concierto en el que Luque cogió un aparato –creo que era su móvil, pero no lo aseguro- y puso, a modo de introducción, un extraño sonido que sirvió para darle un toque considerablemente experimental a la canción.
Al final del concierto, Sr. Chinarro abandonó el escenario, entre los aplausos emocionados de un público claramente satisfecho.

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